Las zanahorias frescas y recién ralladas aportan a esta receta algo especial y suculento, el aroma de la canela, jengibre y nuez moscada afinan los sentidos.
Su decoración es con unas lindas zanahorias de fondant super divertidas de hacer:
Para la cobertura:
Precalienta el horno a 180 °C. Prepara el molde, engrásalo de mantequilla, espolvoréalo de harina y en el fondo del molde colócale papel de horno.
En un bowl aparte agrega la harina, el bicarbonato sódico, el polvo de hornear, la sal, la canela, la nuez moscada, el jengibre.
Bate la mantequilla y los dos tipos de azúcar a velocidad media-alta 4 minutos, agrega los huevos poco a poco batiendo bien unos 3 minutos. Agrega el agua, las zanahorias y la vainilla, batir unos 3 minutos, reduce la velocidad.
En la mezcla agrega el contenido del bowl dos (punto 2) la harina y las nueces picadas, bate un poco hasta que esté todo integrado.
Mete el molde con la mezcla en el horno, alrededor de unos 40 minutos (depende del horno), si metes un palillo y sale seco es que está listo.
Deja el molde a temperatura ambiente unos 20 minutos y luego saca el pastel y déjalo en una rejilla enfriadora, hasta que se enfríe completamente.
Para que le pastel lo puedas hacer de capas corta el pastel con un cuchillo de sierra, y una vez estando completamente frío el pastel rellenalo de la cobertura (1 taza) de cobertura. Y el resto en el exterior superficie y laterales.
Maten el pastel con la cobertura 1 hora en el congelador o 1 dia en la nevera antes de servirlo.
Con la batidora a velocidad media, batir el queso crema y el extracto de vainilla unos 3 minutos hasta que sea una mezcla casi blanca. Luego añade la mantequilla poco a poco viendo que se bate lo suficiente tras cada incorporación, reduce la velocidad. Primero tamiza la cantidad de la azucar glas en la mezcla (la mitad) y batir a velocidad baja, luego tamiza el resto, hasta ver que se vuelva una mezcla esponjosa.